Testimonio de participación en el grupo de “Jóvenes, convivencia, futuro”.

Ainhoa Azkarate

Como mujer, jóven y gizpukoarra, durante los últimos dos años he formado parte del grupo de jóvenes del proyecto “Jovenes, Convivencia, Futuro”. Este proyecto se enmarca en el Plan de Convivencia, Derechos Humanos y Diversidad 2021-2024, que ha sido impulsado por el Gobierno Vasco y que ha contado con un grupo diverso de 16 jóvenes.

En estas líneas quiero trasladar lo que ha significado para mí ser parte de este grupo, que desde el principio viví como una oportunidad. Un hilo que podría hacerme conectar con jóvenes de mi entorno con los que tenía algo en común, un interés en algo que para mí ha sido central, en mi vida, en mis estudios y ahora también en mi trabajo. Una oportunidad para indagar en cómo nos relacionamos, cómo heredamos y re-creamos la sociedad en la que vivimos. 

Este grupo también ha creado un espacio de encuentro, un espacio de aprendizaje. Cada uno ha participado desde su lugar, aplicando su propio prisma. Al poner en común nuestras vivencias, cada uno de mis compañeros y compañeras me han acercado a una nueva mirada. He tenido la ocasión de escuchar sus preocupaciones y compartir las mías propias, con lo que, a lo largo de los meses, hemos ido identificando los retos a los que tendremos que hacer frente la juventud de hoy, como sociedad, en los próximos años.

Personalmente, también ha sido un proceso reconfortante saber que somos muchas las personas que nos hacemos preguntas similares en torno a la convivencia, a las conductas y realidades que vemos a nuestro alrededor. Porque hay cosas de nuestro pasado colectivo que a menudo sentimos que están bajo llave, y que necesitamos conocer; hay cosas que la juventud vivimos, las cuales necesitamos compartir; y hay muchas otras cuestiones que no somos capaces de ver, y por ello, necesitamos escuchar. 

En definitiva, este proceso nos ha enseñado que la juventud de Euskadi está dispuesta a conocer, escuchar y compartir para construir una convivencia que se adapte a las necesidades de la sociedad del mañana. Y aún más importante, una juventud con ganas de coger el relevo, una juventud activa que reivindica su papel en la vida pública, cada quien desde su lugar y condiciones.         

Algunas de las reflexiones y conclusiones a las que llegamos durante este proceso están recogidas en el documental BIZIKIDE(hi)TZAK: Palabras para la convivencia:

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