Baketzen

Es interesante darnos cuenta que cuando nos enfadamos no lo hacemos con aquella persona que tenemos enfrente, sino con nosotros/as mismos/as. Leyendo a Deepac Chopra, descubrí esto y desde que lo leí llevo poniéndolo en práctica. Desde que nacemos, rechazamos aquello que no nos gusta de nosotros/as mismos/as: aquella decisión que entonces tomamos, palabras que salen de nuestra boca, ideas que otras personas transmiten de nosotros/as… Nuestra sombra en definitiva. Es como si estuviéramos en una piscina haciendo todo lo posible por evitar que balones de estos con los que se juega en la playa salgan a flote. Cuando somos jóvenes más o menos podemos hacerlo pero a medida que envejecemos o en momentos en que no nos sentimos tan fuertes, esos balones salen por donde sea. Suele suceder pues, por ejemplo, que cuando discutimos con nuestras parejas, amigos/as, compañeros/as de trabajo… reflejamos en estas personas aquello que no soportamos de nosotros/as mismos/as y nos enfrentamos a ello de cabeza, montando unas de aquí te espero. La única manera posible de darle la vuelta a todo esto es aceptando todo aquello que no nos gusta de nosotros/as, haciendo las paces con nuestra historia y dándole espacio a todo aquello que rechazamos. Merece la pena hacerlo, por nosotros/as y por los/as que nos rodean.

¿Qué supondría para nuestra historia, como pueblo, si extrapoláramos todo esto a lo que nos sucede con nuestros países limítrofes?»

Eleder

Scroll al inicio