Este 2023 desde Baketik decidimos apostar de manera clara por visibilizar la labor de personas que, frente a los conflictos y la violencia, apuestan por un activismo social que plantea otras miradas: frente a la violencia generaron espacios para demandar un diálogo, visibilizar las consecuencias de la violencia, fomentaron espacios para que personas víctimas y supervivientes pudieran plantear sus miradas. Y, entre todas esas personas, queremos además visibilizar especialmente el aporte que las mujeres vienen realizando en esos procesos.
Entre otros proyectos que Baketik tiene en marcha, en 2023 aceptamos la invitación de la organización Mugen Gainetik a desarrollar un proyecto conjunto que, que bajo el título La Memoria, desde una perspectiva feminista local-global, como herramienta para la construcción de la convivencia pacífica, tiene la idea de colaborar para impulsar una cultura de paz y DDHH en la sociedad vasca y latinoamericana.
Una de las cuestiones que más claramente identificábamos es que, tanto las organizaciones que trabajan en cooperación al desarrollo en otros países, como quienes trabajamos con población en Euskal Herria, impulsamos iniciativas en materia de memoria, pero obviamente el contexto latinoamericano o el vasco tienen sus particularidades. Este trabajo conjunto, esta sinergia, nos permite aprender unas de otras, plantearnos y replantearnos metodologías y apostar por nuevas fórmulas para encontrarnos entre activistas de aquí y de allá.
Así, una de las bases del proyecto es fortalecer grupos vascos y latinoamericanos, conformados por mujeres voluntarias y activistas, para revalorizar el rol de estas personas en la construcción de memoria, para que se reconozca las experiencias y aportaciones de las mujeres en los conflictos armados y garantizar que incluimos la voz de las mujeres en esa construcción de la memoria y en el relato.
En estos primeros meses de nuestro trabajo conjunto hemos identificado ya a mujeres que son activas hoy en día en estos grupos y estamos impulsando las primeras reuniones, que sirven para reflexionar sobre cómo nos percibimos, cómo nos autonombramos y plantearnos lecturas sobre nuestro rol, que es percibido de modos muy diferentes según nuestro contexto, realidad y experiencia vital.
Estos encuentros, tanto de mujeres vascas como latinoamericanas, están ya generando cambios en las perspectivas de quienes durante años han estado activas en la defensa de los derechos humanos frente a los conflictos. Y estamos convencidas de que, en los futuros encuentros entre ambas realidades, el aprendizaje será aun más significativo para todas.
Igual que lo está siendo también para nuestras dos organizaciones, Baketik y Mugen Gainetik, puesto que nosotras, como facilitadoras de procesos, debemos también aprender y reaprender sobre las formas de acompañar a las constructoras de memoria y de paz.
Maider Maraña, Baketik