[Publicación] En la diana. Violencia de persecución en Gipuzkoa.

Las dianas eran comunes en las paredes de las diferentes calles de nuestras ciudades; las pintadas incriminatorias se repetían en diversos lugares. Las realidades de la violencia han sido múltiples en nuestro entorno y aún necesitamos poder seguir abordando todas sus dimensiones, así como el impacto que ha tenido en nosotras y nosotros como sociedad.

En el País Vasco y especialmente en Gipuzkoa, en la última década hemos dado pasos muy significativos en la aproximación a esas formas de violencia padecidas en el pasado: varias instituciones, también los ayuntamientos, han emprendido investigaciones sobre las vulneraciones de derechos humanos ocurridas en nuestro territorio, y cada vez son más las iniciativas que buscan acercarse a las víctimas y concederles reconocimiento.

Estos actos de reconocimiento a víctimas de la violencia que se han promovido en los últimos años favorecen el necesario reconocimiento de las consecuencias de la violencia, del dolor que generan las vulneraciones de derechos humanos. Como no podía ser de otro modo, las víctimas del derecho a la vida y víctimas de conculcaciones a la integridad física, psíquica y moral han sido un grupo al que se le ha prestado especial atención en estos reconocimientos.

Una vez reconocidas esas vulneraciones -y siendo conscientes de que aún queda trabajo para llegar a garantizar reconocimientos a todas las personas víctimas-, necesitamos seguir caminando y mirar también hacia otras conculcaciones graves de derechos humanos que hemos conocido, y que arrojan un listado ingente de realidades: amenazas graves contra personas y violencia de persecución, personas que han contado con servicio de protección/escolta, extorsión económica, amenazas o restricciones a la libertad de expresión, detenciones ilegales, dificultades para ejercer el voto o ser elegido, etc., ataques a bienes inmuebles, vehículos y otros, sabotajes, ataques de kale borroka, etc. Lamentablemente, es una larga lista de realidades que impactaron de manera violenta en las personas que las sufrieron.

Para la puesta en marcha de la exposición organizada por encargo de la Diputación Foral de Gipuzkoa, el equipo de Baketik investigó, recopiló y unificó durante más de un año todos los trabajos de investigación y estudios disponibles actualmente sobre la violencia con la intención de llegar a un resultado lo más general y completo posible.

No ha sido fácil para Baketik poder generar este resultado: la violencia de persecución todavía no es suficientemente conocida, se desconocen sus límites por parte de la población y, sobre todo, es una violencia muy difícil de documentar. Obtener datos realistas es a menudo una utopía. Y aún faltarán muchas realidades por cubrir, que no han podido integrarse en esta exposición.

Esta violencia produjo victimaciones que generan daños persistentes y muy acentuados a las personas que la padecen, a sus familias y a su entorno.

Queremos también mencionar que la violencia de persecución ha sido ejercida por personas, organizaciones y colectivos de distinto signo dependiendo de la época y el contexto.

Por eso, tanto desde Baketik como desde la Diputación Foral de Gipuzkoa, queremos plantear que abarcar toda violencia de persecución en una sola exposición o publicación es imposible: hay tantos casos como personas que la han sufrido. Es por eso que esta publicación es más bien una invitación, un primer paso, para ir habilitando que esta violencia sea también conocida y reconocida en nuestra sociedad. Nuestro territorio y nuestras instituciones locales tienen todavía mucho trabajo que hacer para visibilizar todas las persecuciones padecidas en nuestras calles.

Antes de acabar, queremos dejar claro que, con respecto a la visibilización de toda esa violencia de persecución, nuestro punto de partida ha sido siempre la participación y la priorizacion de los protagonistas de esas realidades. En la exposición contamos con el testimonio de varios de ellos y, gracias a su generosidad, podremos acercarnos a los puntos de vista de quienes han compartido sus palabras con nososotros.

Esta exposición fue una invitación a vincular la experiencia de cada uno de sus visitantes con la de las personas que compartieron con nosotras sus vivencias, trasladadas en su momento en los paneles y audios de la exposición, y mostradas aquí en las líneas que completan esta publicación. Aquellos paneles y estas líneas creados con la intención de que seamos capaces de escuchar y de permitir habilitarnos el espacio para comprender lo vivido.

Y como no podía ser de otro modo, tanto la exposición como esta publicación, además de plantear la crudeza de datos y vivencias, de las consecuencias de la violencia de persecución, tiene una parte final diferente, una parte en la que sinceramente creemos y confiamos, y que aborda la resiliencia de las personas víctimas. La sociedad en su conjunto, pero especialmente quienes padecían este tipo de persecución a diario, ha sido a menudo capaz de responder ante estas violaciones de derechos humanos, poder ofrecer otras miradas y posibilidades ante la violencia. Muchas personas víctimas han realizado un recorrido que les ha fortalecido.

Por todo ello, aquella exposición y esta publicación es un reconocimiento y pequeño homenaje a toda persona que se sintió amenazada. Os invitamos a que esta publicación os ayude a valorar también cuál fue vuestra vivencia personal durante esas décadas.

Maider Maraña
Baketik

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