Desde los atentados de París y la nueva presencia y avance de grupos armados en zonas de Siria e Irak, el Islam, al igual que tras los atentados del 11 de septiembre en EE.UU, está viéndose íntimamente ligado al terrorismo y la flagrante vulneración de derechos humanos. Los terroristas hacen de esta religión el basamento de sus acciones. En sus discursos reivindicativos y sus vídeos, la fe islámica se usa como punto de partida de su proceder y punto final de lo que desean conseguir.
Esa unión de terrorismo e Islam está calando en nuestra sociedad. Si con la crisis económica y la actual reducción generalizada de las cuotas de bienestar en gran parte de nuestra sociedad, ya habían aparecido discursos contrarios a la presencia de personas inmigrantes y dentro de ellas muy especialmente, las que profesan el Islam, este nuevo auge de las acciones terroristas en suelo europeo, ha azuzado aun más ese discurso.
Finalmente, el movimiento masivo de personas musulmanas desde sus países de origen, fundamentalmente Siria hacia Europa y su aspiración a ser acogidas en su condición de personas refugiadas, han avivado aún más el debate sobre la presencia de la comunidad musulmana en Europa y especialmente en los discursos contrarios a la inmigración en general, y la musulmana, en particular.
En nuestro entorno percibimos, incluso entre personas con un marcado discurso y comportamiento ético y humano, un aumento de sus recelos ante todo lo islámico. Pareciera que cada vez más se está insertando en nuestra sociedad un discurso de división entre nosotros y ellos, donde el único elemento que aglutina a ese “ellos” es la percepción de que son personas islámicas.
Baketik no percibe en la sociedad vasca aún un discurso tan arraigado como en otros lugares de lo que podría denominarse la islamofobia; pero es evidente que existe y que también se ha acrecentado. La menor presencia de la inmigración y una gestión de la crisis económica y sus consecuencias, menos traumática que en otras zonas del Estado, han podido frenar el aumento de un discurso contrario al Islam en la sociedad vasca. Sin embargo, Baketik considera que uno de los retos éticos más importantes a los que nos enfrentamos es el de la gestión de la actual diversidad de nuestra sociedad; y muy especialmente, a la promoción del conocimiento y comprensión del Islam, como parte de nuestra diversidad.
El discurso de “nosotros y ellos” afecta de lleno a la línea de flotación de una sociedad que aspira a ser ética en tanto en cuanto hace de la dignidad de toda persona un bien absoluto. Existe ya un discurso que establece clasificaciones en ese derecho al respeto en función de la fe que se profesa. Parece necesario poder dedicar tiempo y esfuerzos en intentar responder individualmente y como sociedad a preguntas como éstas: ¿qué es Islam hoy en el mundo y en nuestra sociedad?;¿qué sabemos y no sabemos del Islam?; ¿cómo viven nuestros vecinos islámicos este uso de su fe para justificar vulneraciones de derechos humanos?; ¿por dónde podríamos como sociedad trabajar para seguir haciendo de la dignidad humana un absoluto ético?
[«¿Nosotros y ellos? Reflexiones éticas sobre el Islam en nuestra sociedad». 7 de mayo, 11h, Museo San Telmo de Donostia. Más información]