Derechos humanos: aclarando los claroscuros (I)

Los Derechos Humanos, resultan un instrumento válido y tienen un potencial importante y no agotado en el desarrollo y lucha por una vida humana digna, que podríamos entender como la declinación del principio de dignidad humana. En los siguientes posts veremos primero desde sus contradicciones, y después desde los criterios que nos guiarán la acción.

Contradicciones

Los derechos humanos, como las monedas, tienen dos caras. Una ventaja lleva consigo una desventaja; un uso ético, un abuso. Es cierto que en su desarrollo se encuentra con innumerables dificultades y contradicciones, como no podía ser de otra manera al tratarse de una construcción social. El ser humano es limitado, por tanto, toda creación suya también lo será. El desarrollo imperfecto de los derechos humanos nos confronta con las propias limitaciones y contradicciones de un proceso que se mantiene en construcción y que nos obliga a articular nuestros valores éticos e imaginación constructiva para seguir avanzando.

  1. Inalienables, pero difíciles de garantizar. Características como la inalienabilidad de los derechos humanos, que suponen su independencia de cualquier Estado, resultan cuestionadas en el momento que ninguna autoridad, ninguna institución, logra siquiera garantizarlos en situaciones de graves vulneraciones. Junto a ello debemos tener en cuenta la creación y existencia de organizaciones supranacionales que escapan a día de hoy del control y soberanía de los Estados.

  2. Globalmente aceptados, pero también usados y abusados. De la misma manera, como consecuencia del proceso de globalización, éste ha jugado un rol importante en la difusión y extensión de manera global del lenguaje de los derechos humanos, constituyéndose en un lenguaje referencial tanto en valores como normas; y al mismo tiempo, siendo también objeto de instrumentalización política y uso y abuso del mismo por Estados y medios de comunicación.

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