Acercarse al sufrimiento: una oportunidad para la humanización (III)

El acercamiento desde la empatía


En anteriores posts hemos visto el marco general para acercarse al sufrimiento de las víctimas y los elementos que componen su sufrimiento, para concluir que el acercamiento desde la empatía es necesario. ¿Cómo lo hacemos?

Todas las personas tenemos la capacidad de la empatía ante el sufrimiento. Gracias a ella podemos hacer nuestro su dolor. Sin la empatía no es posible la solidaridad ni la convivencia, pues estas se resquebrajan en el presente y quedan hipotecadas para el futuro. Un acercamiento desde la empatía se caracteriza por:

·La aceptación de la pérdida. Toda pérdida genera un duelo que es preciso aceptar para que pueda ser después transformado. La empatía en ese proceso puede promover esta aceptación no para refugiarse en justificaciones, nostalgias o angustias, sino para que toda victima pueda llegar a ver más allá de la situación de ausencia que el agresor le provocó.

·La recuperación de la dignidad. El acercamiento empático lejos de promover el odio, puede promover oportunidades en las que las víctimas hagan elecciones más allá de su dolor y recuperen la autonomía que la agresión pudo hurtarles. Tener un proyecto contribuye a superar la victimización y a volver a conectar con el sentido profundo de su dignidad humana.

·La identificación humanizadora. La empatía permite un acercamiento descargado de prejuicios. Promueve una identificación humanizadora que aspira a ponerse en el lugar de todas las personas que han sufrido a través de la escucha de su testimonio, desde el principio de que ninguna vulneración, compensa o borra otra, sino que las suma.

·El reconocimiento conciliador. El acercamiento desde la empatía a las víctimas se basa en un reconocimiento que concilia porque por un lado acepta como legítimo y real su dolor; y por otro, se compromete a hacerlo visible en la sociedad como ejemplo de lo que nunca debió ocurrir.

·La memoria crítica. La solidaridad con las víctimas es un activo para la convivencia. La empatía insta a no olvidar, construye memoria crítica con las víctimas, y ayuda a juzgar lo sucedido desde el prisma de la dignidad humana que injustamente fue agredida.

Como vemos, la empatía es una aliada imprescindible en el acercamiento al sufrimiento. Se puede y se debe fomentar, potenciar y trabajar, y para ello necesitamos compromisos concretos. Siempre hay algo que podemos hacer en este proceso.

 

Iker Uson

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