La exposición “En la diana. Hurrengoa zu. Amenazas graves y violencia de persecución en Gipuzkoa (1975-2011)» se podrá visitar hasta el 5 de abril en la Casa de Cultura de Aiete (más información)
Las dianas eran comunes en las paredes de las diferentes calles de nuestras ciudades; las pintadas incriminatorias se repetían en diversos lugares. Las realidades de la violencia han sido múltiples en nuestro entorno y aún necesitamos poder seguir abordando todas sus dimensiones, así como el impacto que ha tenido en nosotras y nosotros como sociedad.
En el título de la exposición teníamos claro que queríamos utilizar las palabras que hemos tenido presentes en nuestra vida durante décadas. Mirando hacia atrás, desde la mirada actual, aunque pueda ser extraño o raro, vivíamos de forma orgánica la cotidianeidad de las dianas o la acusación del otro en nuestra realidad.
Profundizando en el reconocimiento
En la última década hemos dado un paso importante en el acercamiento a la violencia que se ha vivido en el País Vasco, y en concreto en Gipuzkoa: desde diferentes instituciones, pero también desde el ámbito municipal, se han llevado a cabo investigaciones sobre las violaciones de derechos humanos y se han observado cada vez con mayor frecuencia aproximaciones y reconocimientos a las víctimas.
Estos actos de reconocimiento a víctimas de la violencia que se han promovido en los últimos años, favorecen el necesario reconocimiento de las consecuencias de la violencia, del dolor que generan las vulneraciones de derechos humanos. Como no podía ser de otro modo, las víctimas del derecho a la vida y víctimas de conculcaciones a la integridad física, psíquica y moral han sido un grupo al que se le ha prestado especial atención en estos reconocimientos.
Una vez reconocidas esas vulneraciones -y siendo conscientes de que aún queda trabajo para llegar a garantizar reconocimientos a todas las personas víctimas-, necesitamos seguir caminando y mirar también hacia otras conculcaciones graves de derechos humanos que hemos conocido, y que arrojan un listado ingente de realidades:
- Amenazas graves contra personas y violencia de persecución
- Personas que han contado con servicio de protección/escolta.
- Amenazas de distinto signo.
- Extorsión económica.
- Libertad de expresión.
- Detenciones ilegales, dificultades para ejercer el voto o ser elegido, etc.
- Ataques a bienes inmuebles, vehículos y otros
- Sabotajes, ataques de kale borroka, etc.
Investigar la violencia de persecución
El equipo de Baketik hemos dedicado más de un año de investigación a la exposición, encargada por la Diputación Foral de Gipuzkoa. Hemos tratado de reunir y aunar los actuales trabajos de análisis e investigación en torno a la violencia de persecución para llevar a cabo un trabajo lo más completo posible.
No ha sido fácil para Baketik poder generar este resultado: la violencia de persecución todavía no es suficientemente conocida, se desconocen sus límites por parte de la población y, sobre todo, es una violencia muy difícil de documentar. Obtener datos realistas es a menudo una utopía. Y aún faltarán muchas realidades por cubrir, que no han podido integrarse en esta exposición.
Esta violencia produjo victimaciones que generan daños persistentes y muy acentuados a las personas que la padecen, a sus familias y a su entorno. Queremos también mencionar que la violencia de persecución ha sido ejercida por personas, organizaciones y colectivos de distinto signo dependiendo de la época y el contexto.
Por eso, tanto desde Baketik como desde la Diputación, queremos plantear que abarcar toda violencia de persecución en una sola exposición es imposible: hay tantos casos como personas que la han sufrido.
Es por eso que esta exposiciónes más bien una invitación, un primer paso, para ir habilitando que esta violencia sea también conocida y reconocida en nuestra sociedad. Todavía nos queda mucho por hacer, tanto a nivel territorial como a nivel local, para que se dé visibilidad al acoso sufrido en nuestras calles.
Escuchar las vivencias para fomentar la reflexión
Queremos dejar claro que nuestro objetivo ha sido también hacer visible esta realidad desde la participación y el protagonismo de quienes han padecido estas realidades. A lo largo de la exposición se encuentra el testimonio de varias personas y, gracias a su generosidad, podremos captar la mirada de quienes han compartido sus palabras con nosotros. Agradecemos enormemente a todas las que habéis participado con vuestra voz.
Os invitamos, por tanto, a que podáis centrar vuestra experiencia de la exposición especialmente en las personas que comparten con nosotras sus vivencias en estos paneles y audios, que podamos ser capaces de escuchar y habilitarnos el espacio para comprender lo vivido.
Y como no podía ser de otro modo, además de plantear la crudeza de datos y vivencias, de las consecuencias de la violencia de persecución, la exposición tiene una parte final diferente, una parte en la que sinceramente creemos y confiamos, y que aborda la resiliencia de las personas víctimas. La sociedad en su conjunto, pero especialmente quienes padecían este tipo de persecución a diario, ha sido a menudo capaz de responder ante estas violaciones de derechos humanos, poder ofrecer otras miradas y posibilidades ante la violencia. Muchas personas víctimas han realizado un recorrido que les ha fortalecido.
Un humilde reconocimiento
Por todo ello, esta exposición es un reconocimiento y pequeño homenaje a toda persona que se sintió amenazada. Estos recursos pretenden ser un reconocimiento a quienes han estado sufriendo estos sufrimientos en nuestro país durante décadas.
Os invitamos a que esta exposición os ayude a valorar cuál fue vuestra vivencia personal durante esas décadas.
Maider Maraña – Fundación Baketik